EUROPA
PRESS
14
junio 2017
Investigadores del Hospital General de Massachusetts y el
Instituto del Cáncer Dana-Farber (Estados Unidos) han desarrollado un tipo de
moléculas capaces de activar e incrementar la pigmentación de la piel sin
necesidad de enfrentarse a la radiación ultravioleta (UV).
En
concreto, según detallan en la revista 'Cell Reports', estos compuestos
estimulan la producción de pigmentos absorbentes de rayos UV en las células, un
hallazgo que supondría una protección complementaria a las cremas solares.
La
investigación se basaba en un trabajo previo que presentaba un componente
denominado forskolina que, por vía tópica, lograba inducir un tono protector
contra el cáncer en la piel de ratones sin necesidad de exponerlos a radiación
ultravioleta. Sin embargo, no resultó efectivo sobre las muestras de piel
humana.
"La
piel humana es una gran barrera y todo un desafío cuando se trata de
traspasarla, es por ello que otros intentos con componentes por vía tópica no
han funcionado", ha explicado David Fisher, jefe del departamento de
Dermatología del hospital estadounidense.
En los
nuevos estudios el equipo ha encontrado la solución para desarrollar un fármaco
que penetre la piel con éxito en una clase diferente de compuestos, que
"funcionan dirigiéndose a una enzima diferente que converge en la misma
vía que conduce a la pigmentación", según describen los investigadores.
La
diferencia es que esta nueva clase de moléculas diseñadas por los científicos
poseen propiedades que les facilitan penetrar la piel humana.
De este
modo, un menor peso molecular y una mayor capacidad para atravesar los lípidos
han permitido oscurecer la piel humana al inhibir las enzimas SIK (sal-cinasa
inducida) y estimular los genes que inducen la pigmentación.
Finalmente,
el proceso oscureció la piel en función de la dosis y la hora a la que se
aplicaban las moléculas. Así, se observó que el bronceado artificial de la piel
podía durar días y se podía recobrar su tono natural en una semana o dos al
tiempo que se desprenden las células de la superficie, como ocurre con el
bronceado natural.
Una protección complementaria
Según
Fisher, el potencial de este trabajo para crear una estrategia contra uno de
los tipos de cáncer más frecuentes en el mundo es enorme. La melanina oscura
producida mediante esta técnica -beneficiosa ya que no se produce por lesiones
de rayos UV-, podría ser usada para modificar otro tipo de pigmentos con una
mayor tendencia cancerígena.
Por el
momento, los investigadores se centran en continuar con ensayos clínicos en
animales, unas pruebas esenciales para asegurar la efectividad del fármaco
antes de pasar a realizar las pruebas de toxicidad en humanos.
"Es
posible que esto pueda conducir a nuevas formas de proteger nuestra piel de los
dañinos rayos ultravioletas y de la formación de cáncer", según Fisher,
que confía que el objetivo principal de la investigación es llegar a crear una
protección complementaria al uso tradicional de cremas solares.